Nuestro mayor está enfermo y en breve descansará; o quizá ya esté descansando. Hay en ocasiones que en vida no se encuentra el momento para decir aquello que sentimos, pero nunca es tarde para compartirlo con los que queremos.
Se puede organizar un velatorio a gusto de las familias o al gusto del difunto. Algo que haga recordar aquello que a él le habría gustado o quizá aquello que necesita la familia. Preparar una despedida profesional y emotiva, como último deseo del difundo y como ayuda al duelo es posible.
“El recuerdo es aquello que dejamos”