Seguro tienes algún conocido que tiene demencia. Tendrá problemas para recordar eventos, o llevar las cosas al día. El deterioro de nuestras neuronas, desgraciadamente, no se puede evitar, pero sí posponer con ejercicios de estimulación cognitiva. Si se hace una prevención los problemas futuros serán mucho menores.
¿Acaso no conoces a algún familiar o amigo que padezca demencia o algún tipo de deterioro cognitivo? Puede que su memoria se encuentre afectada y tenga problemas para recordar citas o eventos, o que tenga problemas para seguir instrucciones, se desoriente en lugares conocidos o no recuerde hechos importantes como tomarse su medicación, o si lo ha hecho o no. Todos estos síntomas, están relacionados con el deterioro de la función cognitiva y la demencia; condiciones que, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) aumentan entre nuestra población.
Pero, ¿Cómo podemos estimular las capacidades cognitivas de nuestros mayores? ¿Sabes cuáles son las ventajas de la estimulación cognitiva? Desde el equipo de Cuidado Mayor en colaboración con nuestra plantilla de psicólogos, te lo explicaremos. Además, al final de nuestro artículo, encontrarás un modelo de planning semanal que te ayudará a conocer cómo puedes incorporar actividades sencillas –con las que estimular la actividad cognitiva– en la rutina diaria de los adultos mayores.
¿Qué es la estimulación cognitiva?
Todos sabemos que el envejecimiento trae ya de por sí la pérdida de nuestras capacidades sensoriales y físicas; pero también afecta a nuestras funciones cognitivas. Esta situación, puede ser remediada con programas de estimulación cognitiva, que buscan prevenir el deterioro, mantener y mejorar las funciones cognitivas de nuestros mayores.
La estimulación cognitiva son el conjunto de herramientas y actividades que nos sirven para prevenir –si aún no ha comenzado– o frenar –si ya está ocurriendo– el deterioro cognitivo que se da en la mente de nuestros mayores.
Para ser un poco más específicos, buscamos estimular los sentidos (vista, oído, olfato, tacto y gusto) de una forma en la que estén involucrados también los procesos cognitivos (como la memoria o el lenguaje) y, que sea complementado con elementos emocionales, motivacionales y sociales; esto nos permitirá desarrollar una correcta y completa rutina para estimular los recursos cognitivos de nuestros mayores.
Esto, se traduce en empezar a incorporar en la rutina de nuestros mayores rutinas como: leer, escribir, ir al cine, jugar a juegos de mesa, hacer sopas de letra o crucigramas. Pero, y he aquí un punto esencial, debemos ayudarles a establecer esto como una rutina, y supervisar su cumplimiento. Estas experiencias les ayudará a disminuir el riesgo de deterioro cognitivo al que están expuestos y mantener funciones como: la memoria, el lenguaje y sus capacidades lógicas.
También tenemos que tener en cuenta que a veces la merma de sus capacidades tiene mucho que ver con su motivación, más concretamente, a la falta de ella. Por lo que conocer sus gustos, preguntarles y observar cómo se desenvuelven ante las actividades nos dará un importante feedback con el que mejorar.
Ventajas de la estimulación cognitiva
¿Sabías que el ejercicio físico y mental tiene la capacidad de producir nuevas conexiones neurales en tu cerebro? Así es, por esos las personas que participan en actividades que implican destrezas mentales complejas o actividades de ocio, tienen un menor riesgo de desarrollar Alzheimer previniendo o retrasando el desarrollo de este. Esto se traducirá en una mayor reserva cognitiva para nuestros mayores, lo que les aportará defensas extra para soportar un mayor nivel de daño cerebral antes de empezar a mostrar signos de demencia.
Queremos adultos mayores sanos, pero para lograrlo, tenemos la responsabilidad de desarrollar acciones de prevención y rehabilitación de su desarrollo mental, y cuanto antes actuemos, mejor.
¿Qué son los procesos cognitivos?
Nuestras habilidades cognitivas están presentes en todas nuestras tareas diarias. Cuando enfocamos la atención en aquello que queremos –al prestar atención a una noticia que escuchamos en el telediario, por ejemplo– y la mantenemos ó, al mantener en nuestra mente el destino final de nuestro trayecto, sin olvidarlo a mitad de camino; son ejemplos de momentos en los que estamos trabajando nuestras capacidades cognitivas sin percatarnos de que lo estamos haciendo.
Los procesos cognitivos son: todas aquellas funciones mentales que nos permiten recibir, almacenar y procesar la información que nos llega de nuestro entorno. Las actividades mentales que hacemos los humanos son muy complejas, y para que se puedan desarrollar necesitan que otras más simples funcionen correctamente. En esto, funcionamos como una gran cadena de montaje, donde las interferencias en pasos anteriores repercutirán directamente en el resultado final.
Dividimos las capacidades cognitivas en dos grandes grupos: procesos básicos –atención, percepción, memoria– y procesos superiores –pensamiento, lenguaje, inteligencia y creatividad–.
Tipos de procesos cognitivos
Los procesos básicos, como su nombre ya nos advierte, son más simples; de hecho son comunes a todos los animales y podemos hacer uso de ellos desde que nacemos. Los procesos superiores, son los más complejos y son exclusivos de los seres humanos que los vamos desarrollando a medida que crecemos. Estos, emergen de la interacción social, lo que nos hace hacernos una idea de la importancia que tiene para nosotros desarrollar esta faceta en nuestras vidas.
La situación que viven nuestros mayores –jubilación, mayor tiempo libre pero menor círculo social– les priva del desarrollo de esta función imprescindible para su salud. Se ha comprobado que el empobrecimiento de su vida social y la falta de interacción comunicativa está relacionado con enfermedades como el Alzheimer, Parkinson o demencia. Pudiendo provocar confusión, irritabilidad, cambios de humor, trastornos del lenguaje y pérdida de memoria. Por lo que se vuelve especialmente interesante ayudarles a que realicen tareas que involucren contacto social para ellos, existen programas en los ayuntamientos que se encuentran enfocados en esta función.
Además del lenguaje, otros procesos cognitivos superiores son la planificación y toma de decisiones –capacidad para escoger el plan de acción más adecuado entre las distintas posibilidades que tenemos–. En él se incluye el análisis de las opciones y sus consecuencias, así como la comparación entre alternativas. Para estimular esta función en ellos podemos, por ejemplo, dedicar un tiempo cada semana o informar a su cuidadora de que tendrán que hacer una lista de la compra con los ingredientes necesarios para realizar una receta sencilla.
Procesos cognitivos básicos
Los procesos cognitivos básicos son fundamentalmente tres: atención, percepción y memoria.
Percepción:
Es la capacidad que nos permite reconocer aquello que llega a través de nuestros sentidos. Lo primero que necesita nuestro cerebro para poder trabajar es que la información –su principal materia de trabajo– llegue a él. Nuestros sentidos son los que se encargan de recuperar esta información, es la primera estación entre el mundo externo y nosotros.
A medida que envejecemos, nuestros órganos comienzan a fallar, la forma de ver el mundo para los adultos mayores cambia y debemos corregir estos déficits con los artículos de los que disponemos –gafas graduadas, audífonos para la sordera…–.
Atención:
Se encarga de seleccionar aquel de todos los estímulos que se encuentran en nuestro ambiente, que es importante para nosotros en ese momento. Además de seleccionar la información importante, se encarga de mantener nuestra activación en ella –nuestra concentración–.
Acostumbramos a escuchar quejas de nuestros mayores de su pérdida de capacidad de concentración, es importante darle la importancia que merecen estas quejas; así como, tener en cuenta de que la concentración también se trabaja. Tenemos la suerte de que la atención es una capacidad que se encuentra presente en casi cualquier actividad que emprendamos o mantengamos, por lo que la mera actividad cotidiana puede servirnos de campo de trabajo para su fortalecimiento.
En nuestros mayores sanos el ejercicio de la atención tendrá un objetivo preventivo, ante posibles futuras deficiencias. Podemos pedirles que lean, estudien algo que les guste, se paren a escuchar música ó realicen cálculos sencillos.
En aquellos que ya presenten un deterioro cognitivo el objetivo pasa a ser rehabilitatorio, y podemos empezar a hacer actividades con ellos en los que les pidamos que se fijen en su entorno y nos describan los objetos que ven, así como el aspecto de estos. Sentarnos con ellos y estimularlos y cerciorarnos que realizan operaciones matemáticas sencillas; y una vez hechas las repitan pero en el orden inverso.
Memoria:
Es la que nos permite mantener información activa en nuestra cabeza, para así poder actuar sobre ella. Trabajamos nuestra memoria cuando estamos aprendiendo algo, o también en actividades más «lúdicas» como cuando estamos hablando por teléfono con nuestra hija mientras estamos ordenando la cocina.
Cualquier actividad que involucre a los números, como contar ayudará. Un ejercicio que podemos hacer con nuestros mayores para trabajarla es tan sencillo como pedirles que interpreten la hora de un reloj analógico. Además de tener que reconocer los números, tendrán que interpretar que significa que una manecilla concreta señala a un número concreto.
Otra posibilidad son los juegos de memoria auditiva en los que les pidamos que se aprendan partes de canciones que les gusten o aquellos que les obliguen a relacionar conceptos como los juegos de cartas, mesa o sudokus.
Ventajas de la organización
La mejor manera de ayudar a potenciar las capacidades cognitivas de nuestros mayores, es estimularlas. A veces, inocentemente, caemos en el dulce error de intentar ayudar en todo a nuestros mayores; de esta manera, en realidad, no estamos dejándoles que desarrollen su autonomía e independencia. Como nosotros tenemos nuestra vida, y no todo puede ni debe girar entorno a ellos, es interesante contratar a una cuidadora profesional que se encargue de su «cuidado» y supervisión en las actividades diarias.
«La mejora manera de que no olviden cómo vestirse, es que se vistan todos los días».
Ya hemos aprendido que el entrenamiento de sus habilidades cognitivas, es como el de cualquier otro músculo; tenemos que ejercitarlo. Incorporar actividades en las que se estén trabajando estas habilidades y establecer un orden, diseñar un horario en el cual aparezcan todas las características que debe cumplir.
A lo largo del artículo ya os hemos ido dando muchas pistas que podéis ir incorporando a la rutina de vuestro adulto mayor para disfrutar de las ventajas de la estimulación cognitiva. Ahora, vamos a organizarlas.
Modelo de estimulación cognitiva
Todos los días se vestirá y realizará su cama y aseo personal (con ayuda de su cuidadora).
LUNES
El adulto mayor tendrá que elegir una receta sencilla (ayudará tener un libro de recetas o buscar recetas sencillas en internet con ellos), hacer una lista de los ingredientes que necesita y tachar aquellos que ya se encuentren disponibles en casa. Aquellos que no estén ya en la cocina tendrá que ir a comprarlos asique deberá calcular cuánto dinero necesitará aproximadamente para pagar.
A continuación, realizará la receta(siempre acompañado y supervisado por la cuidadora) con música de fondo.
+Sudoku
Caminar entre 30 y 45 minutos.
MARTES
Caminar entre 30 y 45 minutos.
+Juego de cartas
Acudir al centro de ocio-social de su zona. Para elegir a qué centro iremos debemos buscar información sobre aquellos que nos encontremos cerca de nuestra zona, así como hablar con nuestros mayores y tener en cuenta que es aquello que les apetecería más hacer. Quizá siempre han querido aprender a tocar un instrumento, o dar clases de pintura o escribir.
MIÉRCOLES
Matemáticas: Sentarnos con ellos y estimularlos y cerciorarnos que realizan operaciones matemáticas sencillas; y una vez hechas las repitan pero en el orden inverso.
+Juego de mesa.
Caminar entre 30 y 45 minutos.
JUEVES
+Juego de cartas.
Caminar entre 30 y 45 minutos.
Acudir al centro de ocio-social de su zona.
VIERNES
Estimulación creativa: leer novela que le guste, ir al cine, tocar un instrumento o dibujar.
+Aprenderse una parte de una canción que le gusta.
Caminar entre 30 y 45 minutos.
SÁBADO Y DOMINGO
Familia o descanso.
Recomendación Cuidado Mayor
Desde Cuidado Mayor, como empresa especializada en el cuidado de las personas mayores, sabemos que compaginar la vida familiar y laborar, ya es una tarea difícil; y a veces se nos hace una auténtica odisea poder dar todo el tiempo y atención que se merecen nuestros mayores. Por eso, es importante que sepas de la existencia de empresas especializadas,como la nuestra, que contamos con cuidadoras que con conocimiento, paciencia y cariño se encargarán de acompañar al adulto mayor en sus actividades diarias.
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