El cuidado a domicilio debe primar sobre cualquier otra opción, ya que, llevando a cabo el día a día en un entorno conocido, el riesgo de desarrollar cuadros sintomáticos propios de la depresión y del estrés se reducen considerablemente.
El cuidado a domicilio
La enfermedad del Parkinson puede aparecer a lo largo de toda la vida de una persona, pero cuando la enfermedad se presenta en un mayor los cuidados requieren una mayor dedicación.
En este punto, el cuidado a domicilio debe primar sobre cualquier otra opción, ya que, llevando a cabo el día a día en un entorno conocido, el riesgo de desarrollar cuadros sintomáticos propios de la depresión y del estrés se reducen considerablemente.
En Cuidado Mayor intentamos que los pacientes de Parkinson puedan desarrollar su día a día de la forma más sencilla posible. Por eso te vamos a contar las ventajas que tiene el cuidado en el domicilio para las personas mayores con Parkinson.
Las familias con mayores con Parkinson se plantean, una vez llegado un estado de deterioro avanzado, varias alternativas para lidiar con esta enfermedad neurodegenerativa. La más beneficiosa para el mayor es ser el cuidado a domicilio, y esto es por varios motivos que te mostramos a continuación.
Reducción de problemas cognitivos
La reducción de las probabilidades de deterioros cognitivos, ansiedad y estrés tiene que ver con el hecho de que abandonar el hogar puede llegar a generar en muchos casos un trauma para el paciente, lo que puede incrementar el riesgo de deterioro cognitivo y fomentar cuadros de estrés y ansiedad. Este tipo de enfermedades merman considerablemente el estilo y la calidad de vida de los pacientes de Parkinson ya que tienden hacia el incremento de la frecuencia y la gravedad de los síntomas.
El abandono del hogar, aunque sea en un centro especializado, aumentará las probabilidades de riesgo de estas enfermedades al encontrarse los afectados de Parkinson más faltos de autonomía. Sin embargo, continuar en su propio domicilio, les hará más autónomos y confiados, lo que puede funcionar como impulso para realizar ejercicios de rehabilitación y continuar con los pequeños retos del día a día.
Seguridad
Conforme evoluciona la enfermedad el afectado requiere una mayor atención por parte de los cuidadores y un trato más personalizado. Esta atención debe centrarse principalmente en la seguridad, el bienestar y el confort de los pacientes. El Parkinson es una enfermedad degenerativa lo que implica que el domicilio del afectado se va adaptando gradualmente a las necesidades del mismo, lo que hace que sea en todo momento un sitio seguro y vigilado adaptado para él.
”El estado emocional del afectado impacta sobre la evolución de la enfermedad.
Relación íntima con los cuidadores
En el cuidado a domicilio lo que prima es el contacto y el cariño, ambos fundamentales para evitar el avance acelerado de la enfermedad. Hay que comprender que cada persona con esta enfermedad es única y, por lo tanto, los cuidados deben adaptarse según qué circunstancias. Nadie mejor que los cuidadores que están con ellos todo el día para entender esas peculiaridades. No hay dos enfermos de Parkinson iguales, por eso tender a la homogenización de estos en algún centro especializado que estandarice su situación, afecta de manera negativa. Esta es una de las principales razones por las que los cuidados en el hogar son tan ventajosos.
Cercanía de sus familiares
El estado emocional del afectado impacta sobre la evolución de la enfermedad, por ello es siempre muy recomendable que los familiares visiten con frecuencia a los afectados. La familia siempre se sentirá más cómoda al visitar a su ser querido en su domicilio que en un centro especializado donde hay horarios de visitas y existe rotación de personal. El ser atendido en el hogar facilita a la familia el acceso y eso repercute en el cariño que percibe el paciente
Compaginar hogar y ocio
Hay varias organizaciones y asocaiciones que ofertan servicios complementarios a los cuidados en el hogar. Una excelente idea para los afectados con Parkinson es ser atendidos en casa por un cuidador profesional de confianza y pasar las mañanas en los centros de día habilitados por estas asociaciones, donde se realizan ejercicios grupales, se sociabilizan, y se realizan ejercicios de estimulación cognitiva.
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