Microrrelato: Fría cercanía tecnología en las personas mayores
Ahora, en la Residencia voluntariamente buscada, ando esperando, esos días en que, Sandra, después de la Universidad me visita. Son momentos deseados, de comunicación directa, física, de sentir la tibieza de esa piel joven y nueva que me acaricia, que me abraza y a la que le robo parte de su tiempo para mi sola. Es mi particular egoísmo, algo senil, de que sienta un cierto síndrome de Estocolmo, para entender a su abuela.
Casi siempre el trabajo de sus padres les llevó a viajar, Sandra se quedaba en mi casa. Entre las dos se estableció con los años, una relación, más de amistad que de yaya “cuidadora”. Disfruté siempre de la compañía de Sandra. Ella siempre me decía, que mi espíritu no se parecía al de las abuelas de sus amigas, tal vez, había nacido demasiado pronto. Juntas habíamos disfrutado desde que ella era pequeña, de viajes a parques temáticos y a talleres de museos, aprendimos a montar en bici en largos paseos por mi amado Retiro y nos tragamos todas las películas en la Filmoteca en versión original.
Había llegado el momento de nuestro último “vis a vis”, la vida la mandaba lejos. Me había regalado una tablet con la que mantendríamos contacto. Y le mandaría mis nuevos relatos.
Gracias a la tecnología he seguido la vida de mis hijos, con tantos viajes al extranjero y ahora también la de Sandra. Sandra y yo contactaremos con el señor Google, esclava de Internet a lo largo de mi vida, para sentirme acompañada.
Sandra colgará bellas fotos de lugares maravillosos y me hará reseñas de libros interesantes. Espero poder mantenerme fuerte y evitar que se me llenen los ojos de lágrimas. Sandra siempre fue la persona con la que más íntimamente me sentí ligada. Se la lleva la vida, esa que es personal e intransferible, como antes se llevó a su madre, que la tenía a ella.
Otra vez enchufada a la tecnología. Las cosas han cambiado. Ahora ni su imagen mil veces pixelada ni el sonido entrecortado del whatsapp me darán el calor que necesito. Ahora me harán sentirla aún más lejos. Ya no me estrujará con sus abrazos ni reiremos juntas mientras sus caricias, y carantoñas me recuerdan un juego infantil ya olvidado.
Nunca una pantalla me colocará con cuidado el chal sobre los hombros, para evitar que coja frío en el jardín, ni aspiraré el olor de su colonia de lilas, ni el calor de su cuerpo cuando se agacha para besarme, y abrocharme ese botón que se me resiste, y muy bajito al oído me dice ¡te quiero abuela!
Adaptación de un texto firmado por Concha Morillo
ANÁLISIS FRÍA CERCANA TECNOLOGÍA – CUIDADO MAYOR
Relato que nos cuenta cómo las nuevas tecnologías pueden ayudar a que las personas mayores a no perder el contacto con sus seres queridos. Como refleja el texto los viajes, por motivos laborales, se han vuelto algo frecuente en los últimos 20 años en España. Por ello muchas familias se ven obligadas a partir al extranjero dejando a sus mayores en España.
Es el caso aparentemente de Sandra, nieta de nuestra protagonista, pero no es el único. Según nos explica la autora previamente también los padres de Sandra se vieron en la obligación de emigrar y gran parte de la vida de la autora la pasó cuidado a Sandra, su nieta. Con mucha frecuencia los padres hacen uso de los abuelos para que les ayuden con las labores de cuidado de los más pequeños de la familia, lo que termina por crear entre el abuelo y el nieto una relación de cariño y amor muy fuerte.
Las nuevas tecnologías deben ser una ayuda para el día a día. No se debe de excluir a las personas más mayores del uso de las mismas. Hay multitud de tabletas o móviles adaptados a las necesidades de las personas más mayores. En ocasiones el separarse es inevitable y el poder estar conectado vía teléfono o vía webcam, con aplicaciones como Whatsapp o Skype, puede hacer menos dolorosa esa distancia.
Cada vez más personas mayores quieren conocer cómo se usan dispositivos electrónicos, es una realidad. El que la sociedad más joven los use anima a los más mayores a querer conocer esos utensilios que hacen, en muchas ocasiones, la vida más sencilla.
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