Cada vez vivimos más y durante más tiempo, lo que significa que estamos expuestos a un mayor número de enfermedades que se agravan con la edad. La demencia, el Parkinson, la artrosis son algunas de las enfermedades más comunes en la vejez. Si quieres saber cuáles son las demás, te lo contamos en este artículo.
Enfermedades más comunes en la vejez
El riesgo de contraer cualquier enfermedad está siempre presente en todas las personas. Desde un simple catarro hasta las enfermedades más difíciles de tratar, son parte del día a día de la población. Algunas de estas enfermedades tienen causas muy diversas y otras se asociación principalmente al envejecimiento. A medida que nos hacemos mayores, la probabilidad y el riesgo de desarrollar diferentes enfermedades aumenta.
Nuestro país se caracteriza por ser uno de los que más población de mayores de 65 años tiene dentro de la Unión Europea. De hecho, el número de personas mayores de 65 años supera los 6 millones. Cada vez vivimos más y durante más tiempo, lo que significa que estamos expuestos a un mayor número de enfermedades que se agravan con la edad. La demencia, el Parkinson, la artrosis son algunas de las enfermedades más comunes en la vejez. Si quieres saber cuáles son las demás, te lo contamos en este artículo.
Demencia senil (demencia)
La demencia senil es un tipo de enfermedad neurodegenerativa que afecta de manera directa a las funciones intelectuales de las personas mayores. Esta enfermedad hace que la cognición no funcione de manera regular. La demencia causa estragos en la vida diría de los mayores, ya que algunos de sus síntomas son la desorientación, la confusión o la pérdida de memoria.
Es de las enfermedades más comunes en la vejez porque se suele diagnosticar a partir de los 65 años. Y, a partir de los 90, existe más de un 50% de casos diagnosticados de demencia. Esta enfermedad es, además, irreversible debido a su carácter degenerativo. A medida que la enfermedad evoluciona, los cuidados se vuelven más exigentes y necesarios para las personas mayores.
Alzheimer
La enfermedad del Alzheimer es una enfermedad también neurodegenerativa y está relacionada con muchos de los casos de demencia que se diagnostican en las personas mayores. Esta enfermedad corrompe las células cerebrales, provocando graves daños cognitivos. Además, se produce la pérdida progresiva de memoria y de la mayoría de las habilidades sociales.
Una persona con Alzheimer llega a desarrollar muchos problemas para enfrentarse a su día a día. La memoria, la comunicación, las decisiones cotidianas se vuelven más complejas según evoluciona la enfermedad.
Como es una enfermedad neurodegenerativa, el Alzheimer avanza de manera progresiva. Además, afecta principalmente a las personas mayores de 60 años y cada vez se diagnostican más casos. También existen casos de diagnósticos anteriores a los 60 años, pero es una enfermedad que se va haciendo evidente a medida que envejecemos. Aunque no hay que confundirla con casos puntuales de pérdida de memoria.
Hoy en día existen algunos tratamientos que tratan de frenar o retrasar los síntomas del Alzheimer y la demencia, como la estimulación cognitiva o la musicoterapia. Estos tratamientos no son farmacológicos, por lo tanto, el riesgo que tienen para los pacientes es mínimo.
Parkinson
La enfermedad del Parkinson afecta en su mayoría a personas de la tercera edad, por eso siempre se tiende a asociar esta enfermedad como un signo de la vejez. Aunque lo que no está tan extendido es que el Parkinson también puede afectar a personas más jóvenes.
La enfermedad del Parkinson es también neurodegenerativa y causa la muerte de las células cerebrales. Además, se caracteriza por la nula producción de un neurotransmisor llamado dopamina, que se encarga de regular la actividad motora. Esto causa síntomas propios como los temblores en las extremidades, la rigidez del cuerpo, la inestabilidad al caminar y la descoordinación etcétera.
Uno de los principales problemas aparece cuando esta enfermedad afecta a las personas mayores. Según transcurre el tiempo, las personas mayores pierden sus facultades por razones de la enfermedad. Los cuidados de una persona mayor con Parkinson deben ser especiales. Los temas de movilidad, el control de la medicación e incluso la alimentación tienen que ser vigilados.
Los tratamientos que existen para la enfermedad del Parkinson son de dos tipos: farmacológicos y no farmacológicos. Los primeros suelen incluir medicamentos que incrementen y favorezcan la producción de dopamina en el cerebro, para así regularizar sus niveles. Los segundos, los no farmacológicos, buscan actuar sobre los síntomas de una manera menos invasiva. Algunos de estos tratamientos se basan sobre todo en la actividad física del paciente.
Artrosis
La artrosis es otra de las enfermedades más comunes en personas mayores. Afectando especialmente a las mujeres, ya que con la aparición de la menopausia los niveles de estrógenos pierden su normalidad y esto afecta al cartílago. Esta enfermedad es degenerativa y se centra en las articulaciones de las personas mayores, degenerando el tejido cartilaginoso y el tejido óseo. La artrosis puede ser razón de discapacidad en personas mayores, obligándolas a pasar largos periodos encamadas.
Actualmente no existe un tratamiento que cure la artrosis, aunque sí es posible actuar sobre sus síntomas para aliviarlos y retrasar la degeneración. De este modo, se evitan los dolores característicos de la artrosis, la rigidez y se preserva la funcionalidad de nuestros mayores.
La Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF) afirmó en el año 2018 que, en España aproximadamente la mitad de las personas de más de 65 años tenían algún tipo de artrosis diagnosticada.
Ateroesclerosis
La ateroesclerosis es una enfermedad que afecta a las arterias de las personas mayores. Estas arterias son las encargadas de transportar el oxigeno al corazón y a todas las partes del cuerpo. La ateroesclerosis surge cuando las paredes interiores de estas arterias se obstruyen debido a la acumulación de diversas sustancias como el colesterol o la grasa. Esta obstrucción hace que las arterias pierdan elasticidad y desarrollen rigidez.
La ateroesclerosis es una de las enfermedades más comunes en las personas mayores debido a que el proceso natural de la vejez también tiende a provocar rigidez en los vasos sanguíneos. Esto hará que exista mayor probabilidad de formación de coágulos y bloqueo del flujo de sangre en el sistema circulatorio. Esta enfermedad provoca dificultades respiratorias y dolor en la caja torácica.
Algunos de los principales factores de riesgo además de la vejez son los hábitos del consumo de tabaco, niveles altos de colesterol y grasa, la hipertensión arterial, la obesidad y también el sedentarismo.
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